miércoles, 12 de enero de 2011

Camino de Santiago. De la vía láctea a Google Maps.


El camino de Santiago es algo que se viene haciendo durante siglos y siglos. A lo largo de la historia numerosos emperadores, papas, reyes, caballeros, nobles, curas, monjas, frailes, campesinos, mendigos, parias, viajeros en general, gente sana o enferma, han salido de sus hogares con el petate al hombro dispuestos a hacerlo, a redimirse en el silencio que otorga la naturaleza y quizá encontrar alguna explicación al cuento de ruido y furia que es la vida, a seguir cada día el rastro de la vía láctea que los llevara hasta Santiago de Compostela donde cuentan que el bueno del apóstol Santiago está enterrado, aunque de toda la vida se decía que el que realmente allí descansaba era Prisciliano, un famoso heresiarca español del siglo IV, pero eso ya son otras historias que ahora no vienen al caso. 

Los tiempos cambian y antes uno se iba guiando por las distintas rutas gracias a la vía láctea, a las marcas en forma de concha laceradas en la corteza de los árboles o a los hitos hechos con piedras que otros peregrinos generosamente iban dejando a su paso. Ahora es fácil encontrarse con personas que van con su Ipod al oído o que consultan mediante su Iphone la bolsa o los restaurantes del próximo pueblo al que van a llegar. 

También es posible mediante google maps -¡benditos Mapas de información!- consultar la ruta por la que vamos. Las distancias, los distintos albergues y restaurantes, los monumentos destacados, etc Hasta hace poco uno tenía que cargar con una guía voluminosa y pesada, ahora ya la podemos dejar en casa gracias a esta herramienta tan útil que nos permite ir más ligeros de equipaje, que al fin y al cabo es de lo que se trata.

Por Lorenzo Rodríguez.

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